El otro día ayudé a entender a un particular que se adentraba en el maravilloso mundo de la hipoteca eso de las vinculaciones.
Y te das cuanta lo importante que es el lenguaje cuando te están vendiendo algo.
Y no voy a hablar demasiado del vende chuflas, el superbancario, que te va hacer creer que gracias a él tendrás un sitio dónde vivir. No olvides nunca que tu pagas el préstamo y él, sólo, te está vendiendo lo que le dicen que tiene que vender.
El bancario te hablará de vinculaciones. Vamos a tratar de entender el entorno, la ley.
La Ley Hipotecaria (de 2019) dice en su artículo 17:
1. Quedan prohibidas las prácticas de venta vinculada de préstamos, con las excepciones previstas en este artículo.
Lo que se puede en general en combinar. Claro, la palabra combinar es más suave que vincular. Y la banca usa vincular para todo…
Si te has fijado hay excepciones. Precisamente la del seguro de incendio, el de vida… y lo que quieran… porque en este país se hacen las leyes bajo la revisión de la banca. No se vayan a enfadar y suban los tipos de interés de los préstamos a los partidos políticos.
La excepción
Así que tienes que tragar con lo que te pongan por delante.
3. Como excepción a la prohibición de las prácticas de venta vinculada contenida en el apartado 1, los prestamistas o intermediarios de crédito inmobiliario podrán exigir al prestatario la suscripción de una póliza de seguro en garantía del cumplimiento de las obligaciones del contrato de préstamo, así como la suscripción de un seguro de daños respecto del inmueble objeto de hipoteca y del resto de seguros previstos en la normativa del mercado hipotecario.
Y en esto se basa el banco para decirte que es obligatorio que hagas los seguros con la hipoteca.
¿Cómo es un producto que tienes que comprar a la fuerza? Pues en cuanto te pares a pensar, te darás cuenta que tiene dos cualidades:
El precio es el que quieran poner.
La calidad no es exigible.
Y la norma se cumple en los seguros que te obliga a contratar un banco. El precio es exagerado, y la calidad… nula.
La solución
Eso sí, este mismo punto 3 del artículo 17 de la Ley hipotecaria, te da la vía de escape.
La aceptación por el prestamista de una póliza alternativa, distinta de la propuesta por su parte, no podrá suponer empeoramiento en las condiciones de cualquier naturaleza del préstamo.
Ese párrafo quiere decir que tu puedes libremente no hacer la póliza que te ofrezca y el préstamo no puede empeorar sus condiciones.
No digamos ya modificar la concesión del préstamo…
Como actuar para que no te líen de más
Teniendo esto claro, la manera de actuar a la hora de firmar una hipoteca es pedir la oferta vinculante (vincula al banco, o sea tiene que cumplirla… durante 10 días).
En esta oferta no te pondrá que el seguro es obligatorio, ni ninguna otra chorrada de las que te dice el vendechuflas, pondrá solo lo que dice la ley que acabamos de ver. Que es que el banco te hace una oferta, con seguros, pero que tu puedes sustituirlos.
Chimpúm!
Aprovéchalo. No caigas. No hagas esos seguros.
No porque sean caros, es porque cuando te pase algo, será un infierno, y te encontrarás solo.
El vende chuflas, que se supone debería ayudarte, estará ocupado intentando liar a una anciana para que ponga su dinero en un sitio que no entiende, y dónde a ser posible pierda en comisiones el doble de lo normal.
El precio
Todos los años se hace un estudio de precios, de los seguros de la banca y los que se contratan en cualquier otro sitio, y los datos son siempre iguales, un seguro de vida contratado en una sucursal bancaria cuesta un 50% más.
Así que aunque te quieran poner un recargo en el tipo de interés, te saldrá a cuenta pagar ese recargo y hacer la póliza de vida en otro sitio.
El servicio
De todos es conocido el servicio que ofrece un banco, venderte preferentes, ponerte clausulas suelo, colocarte un swap, o mandarte al cajero a hacer un ingreso, porque el bancario tiene mucho lío vendiendo sartenes y televisores.
Y eso es lo que recibirás cuando tengas una humedad en casa y no se presente el reparador. Te darán un teléfono de su aseguradora socia, y allá te las apañes con ellos.
El truco
Al final, no aguatarás los 20 años de hipoteca un seguro malo, y caro. Así que acabarás dejándolo y pagando la hipoteca sin la bonificación. Eso sí, en el camino habrás perdido dinero en un par de siniestros en casa.
El truco es no hacer cuentas con las bonificaciones, contar con el precio “real” del tipo de interés que sea. Sin seguros. Sin alarmas. Sin sartenes.
Así, el seguro en el banco ni bueno, ni barato, ni obligatorio… pues ni contratado.
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Y si te apetece cuenta tu experiencia con el seguro del banco.