Otro día te cuento de dónde viene esto de los sesgos cognitivos, porque es más práctico que te cuente como te afecta. Por ahora solo debes saber que existen. Y que te afectan como a todos. De hecho, alguien tiene un Nobel de economía, sin haber estudiado economía, por la implicación que tiene todo esto en ella.
Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica, o lo que se llama en términos generales irracionalismo, que se da sobre la base de la interpretación de la información disponible, aunque los datos no sean lógicos o no estén relacionados entre sí. (Wikipedia)
Si lees despacio esa definición puedes pensar que es exagerada, o que ocurre en condiciones en que la luna se alinea con saturno, y cruza un cuadrante de venus… Pues no. Te pasa al ir al super a por pan de molde.
Ni te cuento cuando vas a comprar un seguro…
Todo esto que no sabes, lo saben los que se dedican a venderte algo.
Otro día te contaré algún caso singular sobre el sesgo de retrospectiva, o el sesgo de autoservicio, porque hoy vamos a los que te afectan mucho.
Anclaje:
Lo voy a reducir a un ejemplo sencillo, este sesgo te hace tomar decisiones en función de alguna cifra que has conocido anteriormente… pero que puede que no tenga relación para el caso. Una demostración se obtuvo con un juego, tiras una ruleta sale un número y te preguntan cuantos países hay que África (los de EGB quizá lo sepan, pero en USA te puedes imaginar…). Se demostró que según cuanto más grande era el número de la ruleta, más países la parecía que había al paisano de turno.
Cuando vas al super a primera vista verás productos a un precio determinado, si no tienes una idea muy fijada sobre el precio, ese que ves se te queda marcado, es la referencia del producto. Solo tienes que ver otro un poquito más barato para que te parezca un chollo. Y no has valorado si el primer precio era caro, y el segundo solo estaba en su precio.
Cuando una aseguradora sale en la tv con una publicidad de un seguro de salud a partir de 20€ al mes. Y no sabías nada de precios de seguros de salud, se te queda ese como referencia. Claro, tu no sabes que el precio normal son 90€, y que el de 20 es el timo de la estampita. Vas a buscar precios… y hasta los de 60€ que son una oferta te parecen carísimos. Si acabas por comprar el producto tu sesgo solo te va a permitir comprar el malo.
Este ejemplo real, que hemos vivido con el acercamiento de la sociedad a los seguros de salud tras la pandemia, ha provocado que muchísimos consumidores sin conocimiento del producto un año después de probar una malo, piensen que todos son así, esto podría ser un sesgo de falso consenso…
Falso Consenso
Este sesgo es el que nos lleva a pensar que pensamos como la mayoría, mejor dicho, pensamos que la mayoría piensa como nosotros.
Suele aparecer en pequeños grupos, y se ve con facilidad en pequeños de foros de internet por ejemplo, uno muy típico y de moda, relacionada con el ahorro o la inversión a largo plazo, de repente dos o tres personas coinciden en que la gestión pasiva, el ahorro en fondos indexados es la mejor. De que es la mejor a que es la única que se puede valorar hay un pequeño paso de radicalización fácil de dar.
Como en ese pequeño grupo de “expertos” se crea ese pequeño consenso, los miembros creen que es la población mundial la que piensa así.
**Disclaimer: no quiero decir que la gestión pasiva sea mala. Es buena. Pero la activa tampoco es mala. Es buena.
Estar en ese grupo cerrado, nos provoca otro sesgo, el de confirmación.
Confirmación
En esta ocasión nuestra cabeza nos dirige hacia la confirmación de la idea que tenemos. La que sea. Con un par de ejemplos vas a ver como te ha pasado. Cuando vas a comprar un coche, y tienes uno en la cabeza que te gusta, o lo tienes comprado pero aún no te lo han entregado, vas a empezar a verlo en la calle continuamente. Antes pasaban desapercibido ese modelo, hasta que a tu cerebro le interesa que no vuelvas a pensar en este tema y gastar tiempo y recursos en ello. Te lo muestra “mira que bonito, que bien has elegido”.
Es posible que hayas vivido cuando hayáis estado embarazados, que de repente empiezas a ver parques de niños, y carritos de bebe por todos lados…
Cuando has comprado un seguro, de una marca, es posible que empieces a ver más publicidad sobre ella, más oficinas de la marca, etc…
Conclusión
En general tu cerebro no te tiene manía, solo quiere ahorrar energía, y si ya tienes algo en la cabeza usa la parte del cerebro que no gasta energía, que funciona por un impulso sin meditar.
Es difícil escapar de ti mismo, y tus decisiones automáticas. Pero cuando las conoces puedes identificarlas y tomar mejores elecciones aunque te cueste pensar más. Y hay algunas que es necesario pensar dos veces, como comprar un coche, invertir en fondos, tener un hijo y hacer un seguro de salud,
Y como tu cerebro acaba de relacionar que si acabas de tener un hijo estaría bien tener un seguro de salud, o abrirle un fondo de inversión, quizá podamos ayudarte en nuestra línea de whatsapp 642400220 pinchando aquí. Ya se que también vas a necesitar cambiar de coche, pero ahí no puedo ayudarte…