Hoy los más mayores nos burlamos de la música que escuchan los jóvenes, reggaeton, trap, Kpop… y decimos que eso no es música, que qué simpleza, que no cantan… pero no nos fijamos en el movimiento urbano que hay detrás.
A finales de los 70 llegó a España el movimiento Punk, puede que recuerdes que en tu pueblo había un par de tipos con cresta, botas con puntera e imperdibles a montones, en la ropa o en la oreja… pero en las grandes ciudades había un movimiento social detrás, con distintas formas de activismo y contracultura, promoviendo valores como la autogestión, la crítica al sistema y la creación de espacios alternativos. Y con un lema detrás “do it yourself”.
Detrás de ese inspirador lema, se pueden colgar los fanzines, las radios de barrio, o las gestión de espacios culturales alternativos que se gestionaban por jóvenes, pero también la literalidad del “háztelo tu” hazte solo la cresta, píntantela tu solo de verde, o hazte la ropa: cose, descose y rasga…
Así que detrás de Eskorbuto, Kaka de luxe, incluso Alaska y sus pegamoides había mucho más que música, algo que sí se podía intuir tras Crass, Bikini Kill o el espectacular grupo de Irún Kortatu del que sus cintas corrían por toda la península en perfecto vasco.
Pues yo estoy convencido que estos grandes movimientos sociales calan en la sociedad, aunque sean en su momento, para la mayoría, poco más que una anécdota o música mala… mala, mala, porque hasta Sex pistols empezaron poco más que aporreando instrumentos…
Trataré de demostrarte como afecta todas estas contraculturas. Cuando un grupo social se ha movido bajo un lema do it yourself, contra lo establecido, aunque se abandone puntualmente si te hacen una referencia a ello es fácil comulgar con el ideario otra vez. Si “lo que mola” es hacerte la ropa tu, como no va a ser genial hacerte un mueble.
Y aquí nos tienes, sin saber que hacer con los tornillos que sobran de la mesa Strügle para ser otra vez cool.
Otro ejemplo, y voy a mi terreno, sal del sistema y hazte tu propio seguro, bueno, háztelo solo, no necesitas nadie… porque todo esto representa la contracultura, el ir contra un sistema establecido… es muy punki.
Punki, según la RAE es punk, movimiento cuyos seguidores adoptan atuendos y comportamientos no convencionales.
Así que hacerte el seguro por teléfono es no convencional, es punk, es disruptivo, contracultural… y es un desastre para ti, pero “mola”, sobre todo para una generación que necesitaba, hace 50 años, dar un vuelco a la sociedad establecida y que siente que quizá hoy pase otra vez.
Y de esos polvos, tenemos los foros de internet y las barras de bar llenas de conversaciones de problemas con el seguro porque no se entiende por qué no le resuelven aquello de ese golpe. Y es que no es los mismo poner un parche en una falda, que leer un contrato con términos… ininteligibles.
Lo último es que esas aseguradoras punkis, se atrevan a hacer seguros a industrias por teléfono. Y sabes qué? hay empresarios cerca de los 60 años. Fueron punk. Lo van a hacer. Solos, de manera autónoma. Y se van a arruinar muchos por malas coberturas.
Así que, a lo que voy, preocúpate por la música que escucha tu hijo. Entiende que hay detrás. Cual es la cultura que le están metiendo en la cabeza, o con la que ha decidido empatizar. Y si tienes adolescentes en casa, no veas en Netflix “Adolescencia”, a no ser que sí que quieras entrar y ser consciente del entorno en el que viven…
Y para cuando sea contracultura , el asalto a la normalidad, lo mas cool, hacer los seguros con un profesional estará nuestro whatsapp punki abierto 642400220 pinchando aquí…